El sector del turismo y la restauración ha sido uno de los que más están sufriendo las consecuencias de la pandemia por coronavirus, COVID-19, que ha provocado una de las mayores crisis sanitarias y económicas mundiales desde la Segunda Guerra Mundial. Según la asociación Exceltur, que reúne a las principales empresas turísticas del país (cadenas hoteleras, transporte y logística, turoperadores, etc.), el impacto de la crisis del coronavirus en el turismo podría llegar a superar los 124.150 millones de euros, lo que supondrá una caída del 81,4% del PIB turístico respecto al 2019. El sector de MICE (reuniones, incentivos, congresos y ferias, por sus siglas en inglés) representó en España la cifra de 10.889 millones de euros, según un estudio realizado por Events Industry Council, con la colaboración del Oxford Economics, y presentado en el último Foro MICE. Este estudio situaba a España en la posición 12 de la lista de 50 países como mayor impacto en la organización de eventos.
Ahora parece muy lejano (febrero) el impacto en el sector de la anulación del Mobile World Congress de Barcelona y pocos podían calibrar el tsunami que vendría posteriormente con la cancelación y/o postergación de todos los eventos y congresos en el primer semestre de este año y, con toda probabilidad, de una gran parte de los que deben de realizarse hasta final de año. Sin embargo, un punto positivo ha sido el incremento del número de eventos virtuales y de la oferta de herramientas especializadas para la realización de congresos online, efectivos y muy profesionalizados, como nubwebinar.
Asegurar la seguridad de los congresos
En este momento, con una lenta pero continua desescalada del número de afectados y muertes por la COVID-19, los Gobiernos ya están planteando cómo reiniciar la vuelta a la “nueva normalidad” y, principalmente, cómo reemprender la actividad económica e industrial del país. En sector de los Organizadores Profesionales de Congresos (OPC), esta “nueva normalidad” viene determinada por tres aspectos: culminar con éxito los congresos postergados y/o cancelados, seguir incorporando las herramientas de reuniones virtuales como un valor eficaz a la oferta de los congresos presenciales y, sobre todo, introducir nuevos protocolos y procedimientos que garanticen de ahora en adelante la seguridad higiénico-sanitaria de los delegados que asisten a los congresos, no solo para prevenir un nuevo rebrote del virus sino, ya como una rutina que garantice al máximo cualquier contagio futuro ante otra eventualidad que pueda surgir.
En este sentido, todo el sector se está volcando en crear unos protocolos que garanticen a los visitantes de nuestro país unas normas efectivas de seguridad sanitaria. La Secretaría de Estado de Turismo ha encargado al Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) un Plan Nacional para establecer unas normas que garantice la seguridad e higiene en el sector para cuando se produzca la desescalada. También las diferentes Comunidades Autónomas están dialogando con sus empresas con el fin de ajustar estas estrategias de la forma más conveniente.
bocemtium está ya implementando un manual de seguridad sanitaria para sus congresos que incluye las recomendaciones tanto de las Administraciones Públicas, de las Asociaciones Empresariales nacionales e internacionales como de los diferentes expertos que están dando su apoyo y consejo al sector. Safe Health Congress establece un conjunto de indicadores, procedimientos y normas que no solo establece la seguridad sanitaria de los congresistas, sino que, además, concreta pautas que tampoco entorpecen el objetivo y fin último de los congresos: intercambiar saber, generar networking y compartir conocimiento con la sociedad, en un estadio de seguridad personal y colectiva.